
La sostenibilidad empresarial es hoy una exigencia estratégica. Las empresas que logran demostrar su compromiso ambiental, social y de gobernanza (ASG) con datos concretos, se colocan a la cabeza del juego corporativo. ¿Por qué? Porque el nuevo lenguaje de los negocios no se define únicamente por los ingresos y la rentabilidad en el corto plazo, sino también por cómo se gestionan los impactos ambientales, sociales y de gobernanza de la operación.
Las Normas de Información de Sostenibilidad (NIS), emitidas por el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera (CINIF) en 2024, son más que una guía contable. Son una herramienta estratégica que permite a las empresas en México ser más competitivas al alinear su información con estándares internacionales. Las NIS integran indicadores ASG, brindando una visión holística del desempeño sostenible.
Un estudio de Kearney revela que el 69% de los directores financieros (CFOs) anticipan mayores retornos de las iniciativas de sostenibilidad en comparación con las inversiones tradicionales. Sin embargo, el camino aún presenta retos. Según el estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México, de KPMG, el 47% de los líderes empresariales reconoce que su gestión de riesgos ASG (materia ambiental, social y de gobierno corporativo) es limitada, pues solo abarca algunos rubros.
NIS: Una guía que fortalece la confianza
Hoy no basta con decir “somos una empresa sostenible”. Los grupos de interés —desde clientes, fondos de inversión hasta consumidores conscientes— exigen transparencia, trazabilidad y verificabilidad.
Las NIS permiten a las empresas mexicanas, sin importar su tamaño, adoptar un enfoque estandarizado y técnico para reportar su impacto ambiental (consumos de energía y agua, emisiones de GEI, gestión de residuos, impactos a la biodiversidad), su gestión social relacionada con el capital humano (igualdad de oportunidades y trabajo digno, salud y seguridad en el trabajo, inversión en capital humano) y sus mecanismos de gobernanza (estructura del gobierno corporativo, gestión empresarial, conducta empresarial responsable).
Las normas fortalecen la supervisión y garantizan cumplimiento normativo
Inspiradas en marcos internacionales como los del ISSB, ESRS, GRI y otros, las NIS aterrizan estas referencias globales en el contexto mexicano. Eso permite comparabilidad con estándares internacionales y, al mismo tiempo, adecuación a las realidades de las empresas locales.
¿Por qué importan para la alta dirección?
Para la C-Suite y los consejos directivos, las NIS no son solo una normativa más. Son una herramienta de liderazgo y visión empresarial. De acuerdo con el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera (CINIF), implementarlas implica:
• Hacer un uso más eficiente de los recursos y dar el primer paso para la identificación de riesgos y su mitigación.
• Mejorar la confianza de los inversionistas, al ofrecer métricas verificables.
• Tomar decisiones de asignación de capital informadas, protegiendo la generación de valor a mediano y largo plazo.
• Reducir riesgos legales, reputacionales y operativos.
Contar con reportes NIS permite a las empresas participar en licitaciones y cadenas de valor internacionales, atraer inversión privada y mejorar su posicionamiento ante entes reguladores. La buena noticia también es que las NIS fueron diseñadas con una lógica de aplicabilidad escalable, lo que significa que tanto grandes corporativos como PyMEs pueden comenzar a integrarlas.
Además, para sectores clave como manufactura, agroindustria, inmobiliario y retail, entre otros, el CINIF, en su misión de facilitar el reporte de información ASG, ha puesto a disposición de las empresas herramientas prácticas como la herramienta de cuantificación de gases de efecto invernadero, para calcular emisiones de GEI, así como para la identificación de zonas de riesgo para la biodiversidad y estrés hídrico, útil para evaluar riesgos relacionados con impactos ambientales negativos.
Las empresas que no logren traducir su desempeño ambiental y social en información comparable están perdiendo oportunidades de inversión, de reputación y de expansión. Adoptar las NIS no es solo una obligación normativa, sino una decisión inteligente para quienes desean convertir la sostenibilidad en una ventaja competitiva.





Deja un comentario