
Tanto CoDi como Dimo, soluciones desarrolladas bajo la infraestructura del Banco de México y operadas a través del SPEI, responden a diferentes necesidades del ecosistema económico mexicano: uno impulsa la digitalización de los comercios y otro promueve la inclusión financiera a través de transferencias persona a persona.
Desde su creación, CoDi ha buscado acelerar la adopción de pagos electrónicos en comercios y pequeños negocios. Gracias al uso de códigos QR y tecnología NFC, este método permite a cualquier negocio, desde grandes cadenas hasta tienditas de barrio, recibir pagos de manera segura, gratuita e inmediata.
“Hoy la velocidad es un factor clave. Los pagos cuenta a cuenta en tiempo real están creciendo rápidamente. CoDi, por ejemplo, ha evolucionado de ser una plataforma para pagos menores a $8,000 pesos a procesar más de $300 millones de pesos al mes, con cerca de 371 millones de transacciones solo en mayo de este año, según datos de Banxico. Esto demuestra que los comercios están adoptando activamente este modelo y cuentan con el capital necesario para operar bajo él”, comentó Jaime Márquez, Socio y Director Ejecutivo de Desarrollo de Negocios en Sistema de Transferencias y Pagos – STP.
Desde su lanzamiento en 2019, este método de pago ha experimentado un crecimiento exponencial en usuarios, alcanzando más de 21 millones al 8 de junio de 2025. Esto significa que desde 2020 a mitad de 2025, creció aproximadamente un 307% en usuarios validados.
STP, como participante directo del SPEI®, ha sido un aliado clave en la integración de CoDi en plataformas bancarias y soluciones de pago. Su experiencia técnica ha permitido que esta herramienta se convierta en una alternativa real frente al uso de efectivo, con beneficios tangibles para los comercios: trazabilidad, rapidez y reducción de costos operativos.
Por su parte, Dimo representa una solución ágil y segura para transferencias entre personas, utilizando únicamente el número celular. A diferencia de CoD®i, Dimo® está diseñado principalmente para facilitar el envío de dinero entre particulares, sin necesidad de conocer la CLABE o el número de tarjeta. Este tipo de esquema, que facilita los pagos con solo un número de teléfono, se inspira en iniciativas exitosas de otros países, como Pix en Brasil y UPI en India, que han logrado aumentar la inclusión financiera y reducir el uso de efectivo.
Esta herramienta, también respaldada por la infraestructura del SPEI, ha sido un catalizador para que más personas se familiaricen con los pagos digitales. En un país donde aún persiste una importante brecha de bancarización, Dimo permite que usuarios de todos los perfiles accedan a servicios financieros básicos desde su celular, sin costos ni intermediarios.
Desde su puesta en marcha en febrero de 2023, Dimo ha alcanzado alrededor de 11 millones de cuentas vinculadas y cuenta con la participación de al menos 21 instituciones financieras, de acuerdo con Banxico.
Desde STP, consideramos que tanto CoDi como Dimo son parte de un mismo ecosistema: uno que busca acercar el sistema financiero a las personas y los negocios, reduciendo el uso de efectivo y fortaleciendo la economía digital en México.
“CoDi y Dimo no compiten, se complementan. Mientras uno ayuda a los comercios a crecer y profesionalizarse, el otro permite que cualquier persona, sin importar su nivel de conocimiento financiero, pueda enviar y recibir dinero de forma inmediata”, señaló Márquez.
En conjunto, estos métodos representan un avance significativo hacia la democratización de los pagos digitales en México. Mientras CoDi impulsa la modernización y eficiencia en los comercios, Dimo facilita la inclusión financiera al simplificar las transferencias entre personas. Ambas soluciones, apoyadas por la infraestructura del Banco de México y operadas a través del SPEI, están transformando el ecosistema financiero nacional, promoviendo un sistema más accesible, seguro y eficiente para todos los mexicanos.





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